Reflexión..

Hoy en este día decidí hacerte una carta,
la verdad no sé cómo empezar de tantas cosas
que traigo guardadas en mi cabeza.
Cosas que día a día me dicen que no te deje morir,
que te dé ánimos para que con tus propias manos
destruyas a tu enemigo, que es la droga.
Sé que la lucha será muy difícil, pero al final
el resultado hará que todos esos sacrificios,
y que las noches de ansiedad controladas
hayan valido la pena.
En tus momentos de soledad, cuando la necesidad
cruel y despiadada llegue a tu mente, no cierres tus ojos
tienes que abrirlos más, para que veas
lo que a tu alrededor hay, calma un segundo y
mira hacia el cielo y aprecia su inmensidad,
abre tu ventana y siente la caricia que Dios te hace
disfrazado en forma de aire fresco.
No te rindas, aun cuando la lucha sea más difícil
yo estaré contigo para ayudarte, para apoyarte
no estás solo y nunca lo estarás.
Maldita droga, nunca se llena, quiere más y más
se hospeda en tu mente y no quiere salir
nadie puede correrla, sólo el que le dio hospedaje
sólo tú córrela deja que se vaya,
no dejes que te destruya poco a poco.
Ella nunca se rinde, ¿por qué tú sí?
¡No cierres tus ojos, ábrelos más!
Y date cuenta lo que te falta por vivir
eres muy joven y tienes mucho que disfrutar
mucho que vivir.
¡No cierres tus ojos, ábrelos más!